En este texto de John Mraz, se habla de las circunstancias en las que deben tomarse las fotografías dentro del periodismo, el sentido de plasmar la realidad sin modificar dichas circunstancias .
Trata los conceptos de honestidad, transparecnia y veracidad que son fundamentales para un buen fotoperiodista, no se permiten las puestas en escena, los actores, armar o recrear un lugar pues hacerlo significaria engañar o mentir.
Además menciona la diferencia entre un fotógrafo que trabaja para una revista, del fotógrafo que fotografía para un diario. En una revista se puede y debe ser artista al mismo tiempo y en los diarios, con la urgencia y la rapidez del suceso deben dejar a un lado la preocupación de las luces, encuadres, sombras y ángulos.
Dentro del fotoperiodismo existen dos elementos que lo caracterizan dentro de todo el ambiente fotográfico ellos son: la información y la expresividad. En medida que es informativa, la fotografía se queda dentro de un documento y mientras sea expresiva, se convierte en símbolo, en un tipo de arte descontextualizado.
La metafísica entra dentro de los niveles de credibilidad que existen en torno a la imágenes tomadas periodisticamente, los códigos de objetividad que ocultan y el efecto causado por la presencia del fotoperiodista. En si la credibilidad resulta ser el principal problema para un fotoperiodista pues cada imágen, y más, si es una imágen buena, queda en la duda del espectador, si se fue un "testigo espontaneo" o si la escena se creo de acuerdo a las necesidades de la nota.
La duda siempre queda en las personas por el hecho que construye la frase "ver para creer", pues quizá lo que se este viendo no sea real, osea, algo que en lo que no debe creerse.
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